Manuel,
Aquí me tiene ¿a punta de cañón es que se dice? También ando
un poco distraído a decir verdad…. La muerte tiene esas cosas que al convertirnos en seres etéreos es más fácil dispersarnos,
no se imagina las formas atrevidas y creativas incluso que puede llegar a tomar
mi alma ciertos días, otros soy un punto ínfimo, casi no me encuentro. Por lo
general, trato de mantenerme entre los límites de un círculo más o menos armónico,
sólo para que no se me junte suciedad en las aristas, el alma tiene esas cosas,
una buena permeabilidad a los cambios de formas la mantiene estable y limpia. ¿Algo
parecido pasa con el cuerpo? No lo creo, por lo general es mejor que el cuerpo
conserve una forma similar, aunque un buen drenaje de las venas es saludable… estoy
un poco aburrido acá, ya lo extrañaba. Respecto a lo que me dice, Manuel, tenga
en cuenta que nunca son mal bienvenidas sus palabras, sean por la causa que
fuera, también me incentivan a mí a escribirle y eso es bueno. Un diálogo
fluido nos mantiene vivos y nos ayuda a despejar aquellos fantasmas que
menciona. Pero fíjese que paradoja, para despejar los suyos, usted me escribe a
mí que soy lo mismo.
Un abrazo
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