Carta para Giovanni. Los libros.

Amigo Giovanni

Le escribo y veo ante mis ojos las mismas palabras de siempre, el mismo tono, la misma cordialidad. Borro, tacho, estrujo, tiro el bollo al cesto de basura y empiezo nuevamente de esta manera. Me siento más original ahora, más real, aunque más real debió haber sido mi primer bosquejo que ya no existe, siendo fiel a la verdad. Debí dejarlo tachado, pero ya no existe.

La literatura me inspira, que novedad! Me rio. Pero cierto es que desde que estoy leyendo con mayor asiduidad me asaltan pensamientos más prolíficos a mi mente y sueño y vivo más hondamente. Las palabras, matices… vivo a través de los personajes aquello que mi propia vida esconde, no devela.

Mi querido amigo que hago si no describir algo que ya sabemos todos, pero tómelo como una introducción decorosa a lo que quiero decirle. Y es que cuando uno se encuentra con un buen libro, este lo llama a leer otros aún mejores. Y que no es eso sino lo mismo que sucede en la vida. Conocemos a Juan, Juan nos presenta a María, María tiene su hermano Federico que es amigo de Pedro, que es quien nos consigue ese trabajo que buscábamos. Los libros son esos amigos que nos van pasando sus mejores secretos, y también los hay de esos que uno conoce un dia y que no hace mas que hacerle perder el tiempo a uno. Claro que a los libros los escriben las personas...

Querido Giovanni, mi argumento carece de sustento y se cae como un edificio hecho con un mazo de cartas delicadamente encastradas. Y además he perdido un poco el hilo de la cuestión a estas horas. No es la primera vez que me ocurre, no lo voy a negar. Tome esta carta como un tentempié. Más tarde le escribiré el plato principal.

Hasta entonces. M.B.